Madrileño, se instala en León en 1900, inmediatamente después de acabar la carrera, al ganar por oposición, en disputa con Juan Crisóstomo Torbado -y no será la única-, la plaza de arquitecto municipal.
A pesar de su juventud, en breve se convierte en el arquitecto mas reconocido de la ciudad, rango que mantendrá al menos durante el primer cuarto de siglo. En 1914 pasó a ser arquitecto provincial. También desempeñó otros puestos como arquitecto diocesano de Astorga, del Ministerio de Instrucción Pública -con la Catedral a su cargo- o vocal de la Comisión Provincial de Monumentos.
Impartió clases de Dibujo y Tecnología en la Fundación Sierra Pambley, encarnación leonesa del regeneracionismo progresista, manteniendo una estrecha relación con figuras como Manuel B. Cossío o la familia Azcárate.
En 1921 retornó a Madrid, manteniendo, no obstante, una sólida vinculación profesional con León que le reportará continuidad en los encargos. Se incorpora al cuerpo docente de la Escuela de Arquitectura alcanzando la condición de Catedrático (1934) en la asignatura de Construcción. Ingresó en la Academia de Bellas Artes (1944) con un discurso sobre La vocación del Arquitecto donde define España como “un remanso de paz por la espada victoriosa del Caudillo” en clara expresión de su alineamiento político tras las convulsiones de la República, el golpe de estado y la Guerra Civil, resultado muy probable de una profunda religiosidad, y en contraste con el exilio y la represión padecida por su hermano, el también arquitecto Ignacio de Cárdenas.
La fase final de su vida la deparó un destino cruel: totalmente ciego y sordo. A su muerte continuó en el ejercicio de la arquitectura una saga familiar que se ha prolongado hasta el siglo XXI.
Como proyectista, Manuel de Cárdenas puede calificarse como un “todoterreno” que se mueve confortable y eficazmente en todos los estilos (eclecticismo, historicismo, modernismo, regionalismo, etc.) aunque tal vez sea en el neobarroco de estirpe centroeuropea donde alcance un registro más alto, que le catapultó como autor de los grandes edificios de viviendas que marcaron el desplazamiento de la burguesía leonesa del casco antiguo al entonces incipiente Ensanche.
En el campo del patrimonio monumental pesa sobre su reputación la anuencia con el derribo del tramo de la muralla entre el palacio episcopal y la Catedral (Puerta Obispo) y le redime la espléndida intervención en la puerta del trascoro de la Catedral, mediante el diseño de una puerta acristalada que recupera la continuidad visual de la nave mayor y genera una onírica superposición de reflejos, en perfecta sintonía con la idea primigenia del templo gótico como un espacio labrado por la luz.
EDIFICIO C/ ANCHA nº 8
En 1903, Manuel de Cárdenas es un joven arquitecto -26 años-, neófito y foráneo, que tiene la oportunidad de presentarse ante la ciudad que le ha acogido con un encargo en un lugar muy destacado. No la desaprovechó. Había que estar a la altura y, sin lugar a dudas, dio lo mejor de sí mismo.
EDIFICIO C/ JUAN DE BADAJOZ nº 2
Manuel de Cárdenas firma este proyecto en una situación anómala, como otras tantas propiciadas por la Guerra Civil, sin acceso a su estudio principal que estaba radicado en Madrid, es decir “en el otro bando”.
CASA CIRIACO
Manuel de Cárdenas redacta el proyecto de este edificio 14 meses después de hacer lo propio con el colindante. Sin embargo, la proximidad física y cronológica no condujo a los mismos resultados.
CASA LUBÉN
En la propuesta ganadora del concurso público convocado en 1896 para la ordenación del Ensanche de la ciudad, el viario tenía un trazado resultante de la superposición de una red de grandes ejes diagonales y una retícula que adoptaba como referencia la Gran Vía de San Marcos de tal modo que las bocacalles a
CHALET C/ ORDOÑO II nº 24
Dicho de manera metafórica, nos encontramos ante un derrelicto, el último ejemplar superviviente de una colección de chalets sitos en el avenida Ordoño II, por ejemplo donde hoy están las oficinas municipales o la sede del Catastro.
CASA GOYO
La popularmente conocida como “casa Goyo”, en referencia al apodo de su promotor, constituye la culminación de la ejecutoria de Manuel de Cárdenas durante la segunda década de siglo XX, centrada en magnos edificios residenciales que marcan el traslado de las clases adineradas locales al moderno Ensanche.
CASA DE AGUAS
En agosto de 1942 Manuel de Cárdenas redactó un proyecto inicial que fue denegado por el Ayuntamiento dado que la altura de cornisa prevista (25,30 m) superaba con creces el máximo de 20,0 m autorizado para las calles “de primer orden” por las ordenanzas urbanísticas vigentes.
EDIFICIO 18 DE JULIO
La documentación obrante en el expediente municipal de licencia de obras ofrece numerosos indicios de que la génesis de este edificio fue procelosa. Aunque la solicitud se presenta en 1947, el proyecto está fechado dos años antes. Se concibió para uso de oficinas y acabó siendo una clínica privada.
CASAS BARATAS
Aunque la industrialización se hizo de rogar en España, y más en León, donde todavía se la espera, los cambios sociales y económicos operados durante la segunda mitad del siglo XIX propulsaron un fenómeno migratorio de tal modo que entre 1860 y 1900 la población de la ciudad se incrementó un 58%, y los 15.58
ESCUELAS DEL CID (ANTIGUAS)
La calle Cid que hoy vemos sería irreconocible para un viajero en el tiempo que hubiera pasado por León siglo y medio antes, pues a finales del siglo XIX se inició una profunda remodelación que supuso el sacrificio de la mayor parte de su parque inmueble histórico.
TEATRO EMPERADOR
Por cronología, tamaño y pompa, la construcción del Teatro Emperador culmina la expansión de la empresa que monopolizó la exhibición cinematográfica en León, y por ende las representaciones teatrales, hasta el comienzo de los años 70 del siglo XX.
MUSEO DE LEÓN
El edificio que alberga al Museo de León es conocido por los leoneses más veteranos como “Pallarés”, en recuerdo de la empresa de ferretería que promovió su construcción y lo ocupó hasta mediada la década de los 80.
CORREOS Y TELÉGRAFOS (ANTIGUO)
A principios del siglo XX, surgió la necesidad de dotar a los servicios públicos de telegrafía y correo postal de unas sedes acordes con su creciente implantación, partiendo de un marco de orfandad tipológica.
CASA LORENZANA
En un plazo relativamente breve, entre 1910 y 1925, se construyen en León un buen número de edificios de vivienda colectiva que consagran la preferencia por el Ensanche entre las clases adineradas locales, en detrimento de lo que empezó a llamarse casco antiguo.
EDIFICO C/ SUERO DE QUIÑONES nº 6
La arquitectura es una disciplina morosa. Entre que comienza la gestación de un edificio y su entrada en servicio pasan como mínimo 3 o 4 años, a veces, bastantes más. En este caso, un cuarto de siglo aproximadamente.