EDIFICIO MATA ESPESO
El final de la década de los 70 del siglo XX marca un viraje radical en la imagen de los edificios de vivienda.
El final de la década de los 70 del siglo XX marca un viraje radical en la imagen de los edificios de vivienda.
En un plazo relativamente breve, entre 1910 y 1925, se construyen en León un buen número de edificios de vivienda colectiva que consagran la preferencia por el Ensanche entre las clases adineradas locales, en detrimento de lo que empezó a llamarse casco antiguo.
El edificio que alberga al Museo de León es conocido por los leoneses más veteranos como “Pallarés”, en recuerdo de la empresa de ferretería que promovió su construcción y lo ocupó hasta mediada la década de los 80.
El nombre del Complejo, y de la plaza, viene de un convento fundado extramuros en 1261 por iniciativa real que más tarde pasó el amparo de la nobleza local, los Guzmanes, Duques de Toral en concreto.
El edificio lleva el nombre de una familia adinerada e influyente.
Hasta 1950 muchos edificios de viviendas se realizan en dos fases. Una vez concluidos, o durante el curso de la obra, se solicitaba licencia para añadir alguna planta más.
La popularmente conocida como “casa Goyo”, en referencia al apodo de su promotor, constituye la culminación de la ejecutoria de Manuel de Cárdenas durante la segunda década de siglo XX, centrada en magnos edificios residenciales que marcan el traslado de las clases adineradas locales al moderno Ensanche.
El proyecto, como casi todos los de Javier Sanz, no destaca precisamente por la calidad de su documentación gráfica, escueta y de representación poco esmerada.
Tanto la documentación como la cronología administrativa transmiten una sensación de cierta inseguridad dubitativa.