CASA ARRIOLA

Arquitecto/s: 
Varios
Promotor/es: 
Asunción Sánchez Fernández-Chicarro
Fecha del proyecto: 
1940
C/ Ordoño II nº 32
Pz. de Guzmán el Bueno y Avda. de Roma
CASA ARRIOLA
Fachada a C/ Ordoño II y al chaflán
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Introducción

El edificio lleva el nombre de una familia adinerada e influyente. El hijo de la solicitante de la licencia municipal era Manuel Arriola Sánchez-Chicarro, Presidente de la Caja de Ahorros entre 1937 y 1945, y su hija Petronila estaba casada con Bernardo Zapico, antiguo Director de la Hullera Vasco-Leonesa.
Tan alta posición no les libró de las calamidades de la Guerra Civil y sus secuelas, o tal vez las propició, pues dos nietos de la promotora murieron trágicamente. Antonio, a los 19 años, en el frente de Puerto Ventana y Emilio a los 27, secuestrado en septiembre de 1945 por la guerrilla, y asesinado después de un frustrado y torpe intento de rescate por la Guardia Civil en la finca El Carrizal.
Resulta chocante que en 1940, apoteosis del franquismo alineado con los nazis, una familia de orden y afecta al régimen  promoviera un edificio, enseña de su proyección social, con una fachada de estilo expresionista, que sus amigos alemanes habían catalogado de arte degenerado, judeo-masónico-marxista, en la jerga y el pensamiento de la época. Máxime cuando en España ya campaba el clasicismo escurialense como estandarte arquitectónico del antiguo imperio, y del que empezaba  a amanecer.
Tal paradoja pudo obedecer a dos factores. El primero, la inveterada velocidad de crucero de la ciudad, poco propensa a enterarse de lo que pasa. El segundo, la adscripción ideológica de los promotores y de los arquitectos, nada sospechosos de connivencia con el enemigo. De todos modos, estos últimos abandonaron inmediatamente el barco pasa pasarse al historicismo con armas y bagajes, en un viraje que Cañas pilotó brillantemente, demostrando su versatilidad. Así pues, la casa Arriola quedó como una reliquia anacrónica, canto del cisne de una tendencia arquitectónica que, durante la II República, imitó las formas inventadas por las vanguardias europeas.

Descripción y análisis

La posición del solar, de 524 m2, es estratégica, a la entrada del Ensanche, en la confluencia de dos viales de primer rango e inicio del lado occidental del frente fluvial de la ciudad, a la vez que emboca las perspectivas urbanas que tienen la Catedral como fondo. En este emplazamiento tan significado no cabía más alternativa que un alarde.
Bajo esos condicionantes, la casa Arriola es un paradigma de la hibridación que resulta de aplicar conceptos foráneos a un contexto muy diferente del original. En realidad, nos encontramos ante un ejemplar arquetípico de vivienda burguesa, implantado en una trama decimonónica, entre medianeras, aunque envuelto en un ropaje que imita la apariencia de los experimentos tipológicos, plásticos y técnicos del llamado movimiento moderno.
La planta es compacta, alveolada con patios de luces interiores, y crujías paralelas a las fachadas.
En vertical, a pesar de contar con ascensor y montacargas, insiste en la estratificación anterior a estos medios de transporte mecanizado, con la residencia del promotor ocupando la totalidad de la planta principal, mientras que los cinco pisos albergan dos viviendas menores.
El modelo doméstico que se propone con la compartimentación interior también es retrógrado pues se divide en dos zonas, noble y de servicio, frente al esquema moderno de noche y día (o estancias comunes y privativas) que se ensayaba en países más avanzados.
El diseño de las fachadas fue ajustándose durante la gestación del edificio aunque dos ideas permanecen inalteradas desde el principio. Una, el predominio de la horizontalidad, reforzada por las molduras corridas y la alienación seriada de los huecos, que predominan sobre el macizo. Otra, la continuidad de las fachadas mediante la suave transición de los tres planos a través de su conexión curvada, eludiendo las aristas de las intersecciones.
Ambos recursos son de clara progenie expresionista, en particular del arquitecto alemán Erich Mendelsohn, que en 1929 pronunció una conferencia en la Residencia de Estudiantes de Madrid a la que Cañas o Torbado tal vez asistieran.
Técnicamente tampoco aporta novedades, incluso resulta anticuado, con un sistema de muros de carga de fábrica de ladrillo y forjados de viguetas de acero laminado. El mismo material se emplea en los pórticos de la planta baja que sostienen los muros superiores con el fin de conseguir espacios diáfanos, más apropiados al uso comercial.  La innovación se reserva para componentes secundarios, aunque de fuente valor representativo, como las ventanas de finos perfiles de acero, fabricadas en Guipúzcoa que actualmente sólo sobreviven en alguna vivienda.
La cubierta es el elemento que manifiesta de una manera más elocuente la naturaleza mestiza del edificio pues los faldones de tipo tradicional, acabados con teja árabe, sobre un esqueleto de cerchas metálicas, quedan ocultos detrás de un peto opaco que simula una solución constructiva en azotea plana.
Con mayor o peor fortuna en la elección cromática, la imagen del edificio se ha conservado razonablemente bien gracias a que los vecinos han resistido la tentación absurda de cerrar las terrazas.

Bibliografía

E. ALGORRI GARCÍA; R. CAÑAS APARICIO; F. J. GONZÁLEZ PÉREZ: León. Casco Antiguo y Ensanche. Guía de Arquitectura, Colegio Oficial de Arquitectos de León, León, 2000, pp. 136-137

M. SERRANO LASO: La arquitectura de León entre el historicismo y el racionalismo. 1875-1936, Universidad de León, León, 1993, p. 274

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Hoy por hoy León (10.10.2013)