Juan de Badajoz, apodado el Viejo para distinguirlo de su hijo, llegó a León a finales del siglo XV. El primer documento conocido que lo menciona está fechado el 27 de febrero de 1499 y se refiere a la construcción de la “librería” (biblioteca) de la Catedral, hoy llamada Capilla de Santiago.
En ese momento también consta la presencia en León de su hermano, Rodrigo de Badajoz, que ejercía idéntico oficio, dejando su impronta en varios edificios entre los que destaca la Catedral de Orense.
Se ignora la fecha del nacimiento de Juan de Badajoz, acaecido probablemente en la ciudad que le apellida. Falleció en León el 31 de agosto de 1522 y el Cabildo de al Catedral, en muestra de la alta estima que le profesaba, concedió a su hijo, también maestro de obras en fase de formación, una pensión de 2.000 maravedíes anuales. Tal prestigio derivaba principalmente de la fascinación que produjo la librería de la Catedral. De hecho, el Cabildo quedó tan satisfecho del resultado que comisionó a varios canónigos “para que hablen e platiquen con Juan de Badajoz, maestro de canteria desta iglesia, la forma e manera que se pueda tener de aquí adelante con él, para residir continuamente en la dicha iglesia e refieran en el cabildo el asiento que con él se tomare” (1507).
La reputación de Juan de Badajoz el Viejo trascendió del ámbito local. Fue miembro de una Comisión integrada por los nueve arquitectos españoles más reconocidos para dictaminar sobre la catedral nueva de Salamanca (1512). Un año después viajó a Andalucía para examinar la capilla real de Granada y peritar sobre el cimborrio de la catedral de Sevilla, que se había desplomado dos años antes. También trabajó en la catedral de Oviedo.
En León, sus obras más importantes son la librería de la Catedral, promovida medio siglo después del invento de la imprenta, y la capilla mayor de la iglesia de San Isidoro, sustituyendo al primitivo ábside románico. Así pues, intervino de un modo muy significativo en los dos grandes complejos religiosos que simbólica y arquitectónicamente presidían -y presiden hoy día- la ciudad.
La historiografía del arte ha catalogado su arquitectura como “hispano-flamenca” o “tardo-gótica de transición”. Desde un punto de vista profesional, la figura de Juan de Badajoz el Viejo puede encuadrarse como un representante de la fase inicial en el proceso de transición operado durante del siglo XVI desde el maestro de obras medieval, que hunde sus raíces en la experiencia empírica y la organización gremial, hacia el arquitecto renacentista que fundamenta su ejercicio en el conocimiento intelectual más que en la destreza práctica -que no desconoce- y, en consecuencia, proyecta el edificio mediante sistemas de representación gráfica con apoyo de fuentes bibliográficas. En León esta metamorfosis puede encarnarse en tres personajes que abarcan la totalidad de ese trascendental siglo: Juan de Badajoz el Viejo, Juan de Badajoz el Mozo y Juan de Ribero Rada.
CATEDRAL DE SANTA MARÍA DE REGLA
En la semblanza de Antonio Gaudí, incluida en su libro “Homenots, primera sèrie”, Josep Pla pinta en 1958 una optimista estampa de la ciudad de León. Pero a la vez destaca la paradoja en la que está sumida, atenazada por el poderío asfixiante del icono que secularmente la ha representado:
COLEGIATA DE SAN ISIDORO
La Colegiata de San Isidoro es un enorme complejo que ocupa el extremo septentrional del lado oeste del recinto amurallado, con una extensión aproximada de 9.150 m2.