EDIFICIO PZ. CORTES LEONESAS nº 4
Este edificio se construyó simultáneamente con el edificio Picos, compartiendo arquitectos, promotor y una parcela interna de la manzana sobre la que ambos vierten luces.
Este edificio se construyó simultáneamente con el edificio Picos, compartiendo arquitectos, promotor y una parcela interna de la manzana sobre la que ambos vierten luces.
El expediente administrativo, tramitado en el año 1940 refleja las penurias y preocupaciones asociadas a la reciente y traumática experiencia bélica.
Francisco Javier Sanz debía ser un arquitecto muy competente y con notable capacidad para ejercer la dirección de obra pues su evidente falta de esmero en la redacción de los proyectos contrasta llamativamente con la habitual brillantez del resultado.
Este edificio tal vez sea el único de vivienda colectiva construido en León con auténticos estándares de lujo durante la segunda mitad del siglo XX.
En la segunda mitad de la década de los años 50, la arquitectura empieza a mirar en una nueva dirección. Tras quince años “de plomo”, marcados por una autarquía tétrica y asfixiante, el clasicismo neoimperial pierde la hegemonía en favor de estilos más desinhibidos que transmiten una impresión optimista.
Por su empaque y representatividad, la llamada popularmente “casa del coño” es un paradigma de los modelos residenciales y las tendencias estilísticas de la arquitectura española de la década de los 40 del siglo XX.
Es de suponer promotor y arquitecto son la misma persona, no sólo por la coincidencia onomástica sino también por el hecho de que en la lista de propietarios colindantes, citados en el expediente municipal, figura también su tío Isaac Balbuena.
Aunque hoy parezca insólito, cuando se proyecta este edificio los arquitectos municipales no eran incompatibles para trabajar en el término municipal donde desempeñaban esa función.
Aunque no se conoce por una denominación especial, pocos edificios en León la merecen tanto pues fue promovido por José Luis Torbado, proyectado por Juan Torbado y se encuentra en la calle dedicada al padre de ambos, el arquitecto Juan Crisóstomo Torbado.
La gran manzana que alberga el Conservatorio, la Biblioteca Pública, Correos, el edificio Fierro o el Instituto de Higiene es la herencia urbana de una efímera Real Fábrica de tejidos e hilados que se estableció en León en tiempos de Fernando VI -el segundo Borbón-, y del gigantesco hospicio promovido por el