A mediados de los años 60 del siglo XX empieza a ejercer en León un equipo radicado en Madrid e integrado por Andrés García Quijada, José Miguel de Prada Poole y el leonés Alberto Muñiz Sánchez. Este trío trabajó intensamente en la periferia meridional de la capital de España, Fuenlabrada y Leganés principalmente, como proyectistas de viviendas en las ciudades dormitorio donde se asentó el aluvión migratorio que abandonaba el mundo rural. Actividad tan lucrativa les permitió simultanearla con proyectos e inclinaciones personales, materializadas en iniciativas singulares que hoy perviven.
García Quijada murió prematuramente a los 33 años.
Ideológicamente este equipo puede encuadrarse en la contracultura de los sesenta como demuestran los principios libertarios que regulan el funcionamiento de la Ciudad de los Muchachos o el cariz alternativo de la Instant City en una Ibiza que comenzaba a despuntar como referencia del movimiento hippy. En el ámbito disciplinar manejan el repertorio de las tendencias que entonces prevalecían, principalmente el brutalismo y el metabolismo. Brutalismo -de nuevo mala traducción literal- es un término acuñado por el pensador británico Rayner Banham a partir del uso del hormigón “brût” por parte de Corbusier. Se caracteriza por la exhibición desnuda de materiales que hasta entonces cumplían su cometido, generalmente estructural, detrás de un ropaje decorativo. El metabolismo es de raíz japonesa y preconizaba un crecimiento similar al orgánico en forma de grandes estructuras flexibles y extensibles que se adaptan a las necesidades de una sociedad masificada.
Este historial tan meritorio no fue óbice para que, durante su trayectoria leonesa, este equipo aplicara una lectura muy particular de las ordenanzas urbanísticas -texto normativo anticuado e indefinido- con el propósito de obtener un rendimiento inmobiliario exhaustivo, que a veces, colisiona con requisitos mínimos de habitabilidad o seguridad.
EDIFICIO JARDÍN
EDIFICIO PICOS
En contra de la pauta habitual, el nombre del edifico no es un mote anónimo sino la denominación que los propios arquitectos le impusieron, adelantándose a un más que probable bautizo popular.
EDIFICIO Pº CONDESA nº 36
Aunque el proyecto sólo está firmado por García Quijada es más que probable la participación anónima de los otros dos miembros del equipo, José Miguel de Prada y Alberto Muñiz, pues el promotor era pariente directo de este último y el diseño guarda notables concomitancias con otras casas de viviendas suscrit
EDIFICIO PZ. CORTES LEONESAS nº 4
Este edificio se construyó simultáneamente con el edificio Picos, compartiendo arquitectos, promotor y una parcela interna de la manzana sobre la que ambos vierten luces.