RODRIGO GIL DE HONTAÑÓN

(1500 - 1577)

En la primera mitad del siglo XVI el reino de Castilla experimentó profundas mutaciones culturales e ideológicas coincidiendo con la entronización de los Habsburgo. Durante este período se gesta una arquitectura propia y específica de ese tiempo y de ese territorio, conocida con la hoy cuestionada etiqueta de plateresca, resultante de la conjunción de un gótico postrero y un renacimiento incipiente a la vez que muy tardío en su implantación.
Por relevancia y calidad de los edificios a su cargo, Rodrigo Gil de Hontañón constituye la figura que mejor  encarna este apasionante y singular período de transición. Hasta la fecha no hay acuerdo sobre el lugar donde nació -Rascafría en Segovia o Rasines en Cantabria-, dato menos relevante que su adscripción a uno de los numerosos  linajes de maestros canteros originarios de la Transmiera cántabra, foco principal de ese oficio a lo largo de los siglos XV y XVI. Después de iniciarse con su padre, Juan Gil de Hontañón, en la catedral de Valladolid (1527), arranca por cuenta propia con la Colegiata de Santa María de Villafranca del Bierzo (1533). A partir de aquí siguió una trayectoria ascendente con proyectos de numerosas iglesias (Santiago en Medina de Rioseco y en Cáceres, San Julián en Toro, entre otras) además de distintas intervenciones en las catedrales de Plasencia, Santiago de Compostela, Salamanca y Segovia. De esas dos últimas fue maestro mayor (1538 y 1560 respectivamente).
También llevan su firma grandes edificios de arquitectura civil, emprendidos en un marco social de optimismo al socaire de la expansión imperial y una pretendida pujanza económica. En este capítulo destacan los palacios de Monterrey en Salamanca (1539) y de los Guzmanes en León (1558) y, sobre todo, la fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso en Alcalá de Henares (1555).
Fruto del contexto histórico y cultural en la que se desarrolla, cabría calificar la arquitectura de Gil de Hontañón de original a la vez que híbrida -sin ningún sentido peyorativo-, tendente a una cierta profusión ornamental, aunque siempre en un marco compositivo de proporciones admirablemente equilibradas que asumen las pautas renacentistas.
De acuerdo con los cambios que durante esa época se producen en el ejercicio de la profesión, con el paso de la transferencia de conocimientos por vía empírica a la consignación intelectual en soporte impreso, Gil de Hontañón redactó un borrador de tratado de arquitectura, que recoge por ejemplo las trazas y procedimientos en la ejecución de bóvedas de crucería, publicado posteriormente por Simón García el Joven.

 

Bibliografía: 
Mª D. CAMPOS SÁNCHEZ-BORDONA: “Las transformaciones de la arquitectura señorial del renacimiento español, como reflejo del devenir histórico y del debate de las teorías restauradoras. El ejemplo del palacio de los Guzmanes de León”, Revista de Arte nº 6, Universidad de León, León, 2007, pp. 167-194.
Edificios en esta guía: 

PALACIO DE LOS GUZMANES

PALACIO DE LOS GUZMANES
Fecha del proyecto: 
1558 / 1973
Zona: 

Este imponente palacio representa no sólo una exhibición del poderío de su promotor sino también de los conceptos ideológicos renacentistas, entre los que destaca el culto a la individualidad y el deseo de diferenciación en el marco de una sociedad estamental, jerarquizada socialmente.