PASARELA DEL PASEO DE LA CONDESA

Promotor/es: 
Ayuntamiento de León
Fecha del proyecto: 
1969
Constructor: 
Cimentaciones y Obras SL
Presupuesto: 
7.250.000 ptas
Pº de la Condesa
PASARELA DEL Pº DE LA CONDESA
Vista inferior 1
  • PASARELA DEL Pº DE LA CONDESA
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Introducción

Los ríos son accidentes geográficos de primer rango en la configuración territorial de una ciudad. Cuando son absorbidos por la trama urbana se constituyen como uno de los elementos esenciales de su estructura, a la vez que los frentes fluviales desempeñan un papel muy relevante, espacial y funcionalmente.

Pero el río es también una barrera. Los puntos de vadeo jerarquizan la trama de la ciudad y generan  focos donde confluyen los flujos de tal modo que los puentes se convierten en una especie de condensadores de la actividad urbana.

En 1970 atravesaban el Bernesga tres puentes en San Marcos, la estación de ferrocarril y la carretera de circunvalación. Hoy se contabilizan ocho puentes y nueve pasarelas, si bien es cierto que la ciudad se ha expandido y tal despliegue abarca una distancia de 6 km en línea recta, desde la carretera de Carbajal a la confluencia con el río Torío.

Historia

A título de anécdota, el proyectista diseñó casi simultáneamente esta pasarela y la situada frente al Pabellón Municipal de los Deportes. Ya redactados ambos proyectos, el autor resultó elegido Concejal del Ayuntamiento por el Tercio de entidades económicas, culturales y profesionales, dentro del peculiar sistema representativo de la llamada por el franquismo “democracia orgánica”. Este hecho dio lugar a un muy voluminoso expediente administrativo para dilucidar si se incurría en causa de incompatibilidad para la percepción de  los honorarios.

Descripción y análisis

La pasarela salva 64 m de luz con forma de arco biarticulado ligeramente peraltado (8 m de flecha). Su funcionamiento estructural tiene algo de antropomórfico. Imaginemos que nos tumbanos boca abajo, abrimos brazos y piernas, damos a manos y pies puntos de apoyo y arqueamos el cuerpo, levantando el culo.

Esta disposición se materializa con una traza muy elegante, grácil y liviana, sin apoyos intermedios. 

La memoria del proyecto, elaborado con mucho esmero, dice literalmente: “He concedido primerísima atención a la estética, por ello los cálculos han resultado tan laboriosos”. También explica que “ningún móvil ostentoso me ha dirigido a proyectar luz de 64 m” y da una explicación poco convincente de tipo funcional, asociada a “evitar los obstáculos a los deportes acuáticos”.

El peralte de 8 m, imprescindible para la estructura elegida, favorece la perspectiva desde la propia pasarela pero supone una barrera visual desde los puentes históricos e interrumpe la  contemplación diáfana del cauce.

El tablero tiene un ancho útil de 3,00 m -3,80 en el ejemplar hermano del Palacio de los Deportes en previsión de aglomeraciones con motivo de “festivales deportivos”- y en sus entregas a cada lado del río se utilizaron rampas, además de escaleras, anticipando con mucha antelación la preocupación por la accesibilidad.

Actualmente las barandillas están realzadas, incorporando un sistema de alumbrado que dibuja en la oscuridad la traza del tablero. Al pavimento no le vendría mal una reposición integral.