EDIFICIO PICOS

Fecha del proyecto: 
1967
C/ Villa Benavente nº 9
EDIFICIO PICOS
Fachada
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Introducción

En contra de la pauta habitual, el nombre del edifico no es un mote anónimo sino la denominación que los propios arquitectos le impusieron, adelantándose a un más que probable bautizo popular.
Si buscaban notoriedad, ciertamente la consiguieron pues la fachada no pasó desapercibida ni en la propia ciudad ni en los ambientes profesionales, como demuestra el hecho de su inclusión en un número monográfico de la revista francesa “L´Architecture d´Aujourd´hui” dedicado a la arquitectura española del momento.
También se reseñó en la revista “Arquitectura”, editada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, incluyendo una explicación de los propios autores que, con el desenfado irreverente propio del principiante, tildaban su trabajo como “un ejemplo de cómo NO se debe hacer un proyecto”.

Descripción y análisis

El solar es muy difícil, pequeño (221 m2), de forma irregular y afilada por uno de sus lados. A favor sólo tiene un amplio frente de fachada de 23,5 m. En un recipiente tan exiguo, los arquitectos consiguieron embutir 17 viviendas además de los locales comerciales de la planta baja. Tal aprovechamiento comporta la ocupación completa de la parcela, vertiendo luces a otra interior que se comparte con el inmueble para el nº 4 de la plaza de las Cortes, proyectado también por los  mismos autores.
En vertical consta de un sótano, baja, 6 pisos y tres áticos retranqueados progresivamente, el último para vivienda del portero. Tan apretado programa no dio para un garaje.
La planta tipo alberga dos viviendas de 72 y 100 m2 útiles, dotadas de dos entradas; un rasgo inadecuado cuando las dimensiones son tan reducidas pero que gozaba de una consideración socialmente prestigiosa. Las cocinas son minúsculas al igual que algunos dormitorios, de estilo  “submarino”, y ningún baño tiene la dotación completa de aparatos sanitarios.
La diferencia de cota entre pisos es de 265 cm. Si se descuenta el pavimento y el forjado, necesariamente de vigas llamadas “planas” (que no descuelgan), la altura libre difícilmente llega a 240 cm.
En este panorama de apreturas, los valores del edificio se concentran en la fachada y el volumen de la cubierta. Esta última es de pizarra y tiene una inclinación del 100% (45º) apurando otra vez lo permitido por las ordenanzas urbanísticas aunque en este caso los proyectistas acudieron al  persuasivo  antecedente de la casa Botines, de Antonio Gaudí.
La fachada se compone con cinco columnas de volúmenes en vuelo, de lados desiguales, uno perpendicular al plano de fachada y otro que forma un ángulo agudo, Su intersección genera un diedro puntiagudo (el “pico”) que en vertical se afila con dos cortes oblicuos, arriba y abajo.
Con este mecanismo geométrico, las ventanas evitan la mirada directa -susceptible de resultar sospechosa o indiscreta- hacia la comisaría policial situada enfrente, y buscan las orientaciones soleadas.
Vistas en escorzo las columnas de voladizos se desdibujan formando un tresbolillo. Además, la estampa es completamente distinta según el punto de observación. Frontal desde República Argentina y más dinámica desde la plaza de las Cortes. En suma, un juego geométrico bastante elemental, si se analiza detenidamente, ofrece un resultado rico en contrastes de forma y luz  que, por cierto, no traduce al exterior la configuración interna del edificio, bastante menos interesante.
La fachada estaba revestida con una plaqueta cerámica de color ocre y textura reticular, de “taco”. Lamentablemente en 2016 fue sustituida por un vulgar e inadecuado revoco “monocapa” sin que a nadie importara la degradación de un componente tan significado del paisaje urbano de León.

Bibliografía

“La casa de los Picos. León”, Arquitectura nº 129, Colegio Oficial de Arquitectura de Madrid, Madrid, 1969, pp. 18-19.

Podcast

Hoy por hoy León (17.01.2013)