CASA Pº FACULTAD nº 21

Promotor/es: 
Luis Corral Feliú
Fecha del proyecto: 
1945
Pº de la Facultad nº 21
Pº FACULTAD 21
Fachada principal
  • Pº FACULTAD 21
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Introducción

En una primera impresión, este sencillo y elegante edificio destaca, paradójicamente, porque se ha quedado pequeño en comparación con los demás inmuebles que forman el frente de la manzana,  desde el chaflán de la calle Modesto Lafuente al paseo de Lancia.
Por cronología representa el inicio de la tímida apertura de la ciudad hacia el río Bernesga, aguas abajo del puente de la Estación, pues su construcción coincidió con el comienzo de la urbanización del paseo de Papalaguinda, mediante el encauzamiento del entonces sinuoso curso fluvial, que en 1950 había llegado a la altura de la Facultad de Veterinaria (hoy Albeitar de la Universidad) para alcanzar la plaza de Toros el año 1957.

Descripción y análisis

No ocupar la totalidad del frente de la parcela, dejando en un lateral un estrecho callejón, disfrazado de “paso de coches”, es una astuta manera de apurar el aprovechamiento urbanístico, aumentando considerablemente la longitud de la fachada, y que funciona mientras en el solar vecino hay un chalet, en este caso sede de la empresa que explotaba los yacimientos de talco en la cabecera del río Porma, proyecto coetáneo de Manuel de Cárdenas. El problema surgió 30 años más tarde, en 1974, cuando fue demolido para levantar una mole de 9 plantas y dos áticos retranqueados, condenando a las estancias que vierten luces -dicho sarcásticamente- hacia este pasaje a disfrutar de la poco estimulante vista de un paredón.
Otro pormenor, bastante más afortunado, consiste en la carencia de zócalo comercial, a día de hoy una ventaja, dada la decadencia del pequeño comercio. Así pues, en vertical el edificio consta de un semisótano, que alberga principalmente la instalación de calefacción central, planta baja con tres viviendas, una de ellas para el portero, planta principal destinada en su totalidad a vivienda y despacho profesional del promotor y, finalmente, tres pisos más con dos viviendas cada uno.
Hoy nos resulta inaudito que, a pesar de disponer de ascensor, que el propietario se quedara en la planta 1ª, renunciando a las magníficas vistas panorámicas de los niveles superiores.
La distribución de las viviendas es la habitual de época: un largo pasillo, estancias habitables indiferenciadas (6), más cocina y baño agrupados, para ahorrar instalaciones de fontanería, en la zona trasera.
La imagen del edificio tampoco se distancia de la moda imperante en la posguerra, recurriendo a  un estilo escuetamente neoclásico. Las fachadas se componen con la típica división tripartita (zócalo, entablamento y cornisa) y una disposición rítmica de pilastras. Predomina un acabado de revoco pétreo -técnica que lamentablemente se ha perdido-, combinado con paños de ladrillo a cara vista sin llagas verticales en los que se recortan los huecos, enmarcados con un recuadro de alfeizar, jambas y dintel, coronado por un guardapolvo.
Esta estampa tan conservadora tiene el contrapunto moderno de una columna de ventanas de proporción apaisada, que horadan el chaflán redondeado. Esta solución, aparte de dar continuidad a los dos alzados, genera una sensación de dinamismo que contrasta con el carácter más frontal y estático de las composiciones clasicistas.
Aunque ya vetusto, el edificio ofrece un aspecto lozano, expresivo de la calidad de esta arquitectura sin grandes pretensiones y esmeradamente ejecutada.

Bibliografía

E. ALGORRI GARCÍA; R. CAÑAS APARICIO; F. J. GONZÁLEZ PÉREZ: León. Casco Antiguo y Ensanche. Guía de Arquitectura, Colegio Oficial de Arquitectos de León, León, 2000, pp. 144-145.
 

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Hoy por hoy León (21.04.2022)