INSTITUTO PADRE ISLA

Promotor/es: 
Ministerio de Educación
Fecha del proyecto: 
1963
Constructor: 
Constructora Asturiana
Pº Facultad nº 45
INSTITUTO PADRE ISLA
Fachada a C/ Marqueses de S. Isidro
  • INSTITUTO PADRE ISLA
  • INSTITUTO PADRE ISLA
  • INSTITUTO PADRE ISLA
  • INSTITUTO PADRE ISLA

Introducción

La parcela, de magníficas condiciones por tamaño (9.856,66 m2), orientación y aislamiento, fue cedida por el Ayuntamiento de León que apoyaba de este modo la iniciativa de dotar a la ciudad de  institutos de enseñanza media con instalaciones modernas y capacidad acorde con la demanda social. Así, el vacío que el entonces Instituto masculino Padre Isla dejó en la calle Ramón y Cajal -punto de encuentro entre el casco antiguo y el ensanche- fue ocupado dos años después por el femenino Juan del Enzina.

Descripción y análisis

El edificio original sumaba una superficie construida de 9.033 m2 -dimensión similar a la extensión de la parcela-, pensada para 1.640 alumnos de bachillerato elemental y superior.
Su disposición en planta es clara y sencilla, articulada bajo un principio de adición: dos alas alargadas dispuestas formando una L que en sus extremos respectivos se rematan con dos piezas singulares, el gimnasio al norte y el salón de actos al sur.
Este esquema acumula la edificación en el perímetro y deja libre el lado occidental que mira al paseo de Papalaguinda y al río Bernesga, buscando las orientaciones más favorables para el exigente clima leonés con una vocación introvertida, volcada hacia el interior. Aparte de la “independencia y tranquilidad” que esta disposición provee, factores técnicos condicionaron también la decisión pues el subsuelo resultaba más fiable allí donde se ocupó la parcela. Como dice la memoria del proyecto: “Este trazado general en L, continuado y rematado con los dos cuerpos singulares de gimnasio y salón de actos, vuelto hacia el Sur, permite además cortar las vistas desde futuros edificios próximos, protege el espacio central abierto del frío del Norte y logra una ideal insolación y calentamiento de todo el lado cóncavo de la L”.
El programa funcional era prolijo y completo con 35 unidades de aulas tipo, de 56 m2 para 40-42 alumnos -ratio habitual en aquella España de alta natalidad-, otras aulas especiales y laboratorios, archivo muerto, bar y comedor de 100 plazas con cocina adjunta, salón de actos con forma de aula magna, zona de recreo cubierto -hoy amortizada-, gimnasio y como plasmación del Estado confesional católico, el despacho del director espiritual junto a la sacristía y la capilla. Actualmente bastantes de los usos no estrictamente docentes se han alterado en una muestra de la versatilidad del soporte.
Su imagen exterior es adusta y sincera pues expresa de modo directo la configuración interna. Destacan unos magníficos lienzos de mampostería concertada en los hastiales ciegos que ofrecen un contrapunto tradicional a las fachadas compuestas de nítida voluntad moderna. Con seguridad, en el momento de su inauguración transmitía una sensación de funcionalismo jovial y desenfadado por contraposición a la solemnidad lúgubre de los viejos edificios docentes.
Desde el punto de vista constructivo utiliza los recursos entonces habituales: estructura de hormigón armado, forjados del tipo “autárquico de cerámica armada”, cerramientos y tabiques de ladrillo, ventanas de perfiles de acero laminado en frío, faldones de pizarra en las dos alas principales, placas de Uralita en el salón de actos y lámina de asfalto protegido con aluminio en el gimnasio.
El cuerpo con fachada a la calle Marqueses de San Isidro se ha realzado posteriormente con una planta suplementaria debajo de una cubierta amansardada que rompe la concepción original de tejados escondidos. Al salón de actos se le añadió un apéndice de composición contenida que, no obstante, tiene el inconveniente de tapar la fachada curva que, por forma y disposición de huecos, resulta la más expresiva del conjunto. En el patio, que atesora varios árboles de la fecha inaugural, se construyó un pequeño observatorio astronómico coronado por una cupulita semiesférica.
Elementos secundarios denotan el esmero en el diseño, como la cancela bajo la marquesina que cobija el acceso desde el paseo de la Facultad y, sobre todo, una artísticas piezas de hierro fundido empleadas en la cerca del patio.

Podcast

Hoy por hoy León (08.02.2018)